czwartek, 29 sierpnia 2013

Viví un terremoto escala 8.8 en Chile




Era un día viernes. Me puse de acuerdo con mis amigos para juntarnos después del trabajo. Era uno de esos días viernes que el ánimo esta en alto y existe muchas ganas de pasarla bien. Nos reunimos en un pub, la pasamos de lujo, nos reímos muchos queríamos extender nuestra alegría por toda la noche. Pero algo nos dijo que me mejor irse para la casa a descansar. Había una hermosa luna llena, no se si es mi percepción, pero siempre que hay luna llena en un fin de semana, hay mucha ganas de pasarla bien. Llegué a mi casa medio mariado por culpa del alcohol en mi sangre, me acuesto en mi cama y cerré mis ojos.

Me despierta el movimiento de mi cama, pienso que es uno de tantos temblores que se acostumbran en Chile. El temblor se extiende un poco mas de lo normal, algo en mi me dice que es un terremoto. Me levanto rápidamente enciendo la luz veo la hora son las 03:34 horas de la madrugada. Corro rápidamente a la pieza de mi mamá a avisarle que se levante, cuando comienza el movimiento telúrico de gran energía que remece toda la casa. Mi madre se pone a llorar y las ventanas parecen que van a estallar. Hay un fuerte sonido de fondo, la luz de corta. Un impresionante juego de destellos de luz azul y blanco se observan en el cielo. Estos son los transformadores que están haciendo corto circuito. Ha terminado el terremoto, fue largo, ahora reviso la casa. Solamente se han caído unos libros. Eso sí, todas las cosas están desordenadas, a punto de caerse. Ya todo mas tranquilo pienso que solo fue un temblor un poco fuerte y largo. Converso con mis vecinos, están todos bien. Veo a lo lejos unas nubes que avanzan rápidamente en dirección hacia el oeste. Se observa un resplandor amarillo a lo lejos en unas nubes.
La luz no volverá hasta 12 horas más en mi casa. Trato de comunicarme con mis familiares. Después sabremos que ellos no tendrán sistema de agua potable y luz hasta en 7 días mas. En otros lugares no tendrán energía eléctrica hasta en varias semanas. Hay ciudades destruidas, pueblos desaparecidos, todo es muy triste.

Ya es día lunes, tengo que ir a trabajar. El terremoto a remecido mas de 1000 km de este largo país. Chile posee 4000 km de largo. Estoy tratando de comunicarme con parientes todavía no puedo. Mis parientes y amigos viven en un pueblo en la región central de Chile, no hay comunicación con ellos. Me acuerdo que tengo una capacitación laboral, no pienso ir. Voy a dirigirme a la planta productiva, pienso que puede estar por el piso, y mi ayuda puede ser un aporte. Logro llegar a la planta, sin antes observar conductores que ya van estresado y acelerando para apresurarse para arribar rápido a su destino. Esto me deja intrigado, es como si en la vida de estas personas no ha pasado nada, no se han dado cuenta de nada, su vida no se ha modificado. Llegando a la industria se ven fisuras pero se encuentra operable. Ya pasado una hora mi celular suena, me parece raro ya que las comunicaciones están en muy mala situación, pienso que puede ser un pariente o un amigo tratándose de comunicar. Para mi sorpresa son personas del departamento de recursos humanos alegándome de por qué no fui a la capacitación. Quedo plop!, no me preguntaron ni donde estaba y si me encontraba bien. Me quedo sorprendido que a varias personas el terremoto no les afecto ni una milésima sus objetivos.
Lo que es a mí, mis perspectivas de vida me cambiaron. Me di cuenta que uno planifica y se aferra a esa planificación como sea y esta se vuelve lo mas sagrado, seguro y estable en nuestra vida. El mundo comienza a girar a esta perspectiva de vida que creamos. Ahora el terremoto me la tiró abajo a mí y a muchas personas mas. Estoy decepcionado por muchas personas, que creen porque su entorno o casas no les paso nada, a nadie les paso nada, o son totalmente indiferente con la desgracia ajena.

Poco a poco la televisión esta mostrando la realidad, están llegando a pueblos o lo que queda de ellos. El terremoto fue peor de lo que todos pensamos que fue. Hay muchas personas que están sufriendo, se han quedado sin familiares, sin casa y sin trabajo. Hay una fotografía que empieza a brillar por todos los medios de comunicación. Es un joven levantando una bandera sucia y rota desde el lodo y restos de casas que dejo el tsunami. Esta fotografía comienza hacer la imagen símbolo de la solidaridad.

Veo que se esta terminando el miedo y las ganas de asegurarse de la mayor cantidad de recursos. La gente quiere ir a ayudar a sus compatriotas. La gente quiere ir a ayudar a las zonas donde pasan sus vacaciones en el sur. Es increíble me dirijo después de una semana al pueblo de mi abuela y amigos. Este lugar se encuentra en el piso, máquinas pesadas remueven los escombros. Lo mas lindo fue que en la carretera que esta cortada en varios puntos se ven camiones, camionetas particulares cargadas de ayuda. Lo común de todos estos vehículos es que se dirigen al sur, con una bandera flameando y una leyenda que generalmente dice “Fuerza Chile”. La gente se ha reunido en sus barrios o agrupaciones han recolectado ayuda y se la han jugado yendo a dejarla a las zonas mas afectadas.
Soy testigo del cambio de conciencia de muchas personas, me incluyo dentro de estas. Para muchos sus vecinos fueron claves en la protección y ayuda. Muchas personas se dieron cuenta que se tuvieron que unir, recibir y dar una mano. Para otras simplemente vieron el proceso desde la televisión, como si vieran la catástrofe de otro país lejano. Su vida no ha sido afectada, siguen viviendo en su burbuja perfecta y segura.

Este terremoto ha sido una gran prueba para este hermoso país, ha derrumbado todo lo antiguo y mal construido. El mar se ha llevado hermosos pueblos, pero algún día volverán a ser construidos por esa misma gente, que volvió rápidamente en botes al mar, sin ningún resentimiento a la naturaleza, salio a pescar nuevamente. Ese mismo mar que les dio todo y que ese trágico sábado se los había quitado todo, nuevamente volvería a brindarle sus sustentos.

Es una gran oportunidad vivir un terremoto, por todos los procesos que se viven. Se te mueve entero tu mundo. Es como un vaso con agua en una mesa, mueves la mesa y el agua del vaso se cae, y queda nuevamente el vaso listo para llenarse. Los corazones de las personas se agrandaron y se abrieron. Muchas personas nos dimos cuenta que tenemos vecinos y nos sentimos conectados con muchas de las personas de este país. Digo estas palabras con mucho respeto a todas las personas que perdieron amigos, familiares, sus hogares o sus fuentes laborales, sé que un terremoto es un proceso complejo en lo emocional hay mucho sufrimiento de por medio, pero la llama de la superación en ese momento se enciende.
Este país se tardará muchos años en reconstruir, las secuelas en las personas durarán mucho tiempo en diluirse y sanarse, pero somos un país luchador, acostumbrados a las pruebas difíciles. ¡Fuerza Chile!. 

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